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¿QUÉ ES UN TRATAMIENTO DE CONDUCTOS?

  • Maria Alejandra Perera Diaz
  • 20 sept 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 9 nov 2020

La endodoncia es la rama de la odontología que vela por la salud de la pulpa dental, mejor conocida como el “nervio del diente”. La pulpa dental es un tejido conectivo único situado dentro de las rígidas paredes de la dentina mineralizada. La composición y estructura de la pulpa son distintas a las de la dentina, sin embargo los dos tejidos se encuentran en una intima relación, por lo que usualmente son considerados un complejo que debe permanecer unido y sin disociar, llamado complejo dentinopulpar. (Seltzer and Bender, 2002).



Una de las principales funciones de la pulpa dental es formar dentina inicialmente durante la formación de los dientes, pero también durante el resto de la vida respondiendo a diferentes estímulos externos, como el trauma oclusal, la caries, la edad, etc. Esa respuesta a estímulos externos se da como mecanismo de defensa para protegerse a si misma, sin embargo en muchas ocasiones no es suficiente, y la pulpa se inflama causando mucho dolor para la persona que lo padece. (Cohen 2016, Vías de la Pulpa ). En estos casos es necesario realizar un tratamiento endodóntico para remover el nervio y pueda ceder el dolor.

Otro de los motivos para realizar un tratamiento de conductos es la necrosis pulpar, que básicamente se refiere a que la pulpa pierde su vitalidad. Esto generalmente no es doloroso, pero con el pasar del tiempo puede desencadenar en una infección en el periápice del diente, ocasionando un absceso apical, lo cual conlleva a inflamación en las zonas que rodean al diente e incluso puede extenderse tanto que cause inflamación extraoral.


ENTONCES, ¿CÓMO SE REALIZA UN TRATAMIENTO DE CONDUCTOS?

Luego de determinar el diagnóstico endodóntico y periodontal del diente a tratar, se procede a realizar el tratamiento de conductos. Primero se anestesia la zona, utilizando el tipo de anestésico y técnica adecuada para cada paciente y cada diente en particular. Luego se elimina la caries y/o restauración defectuosa para continuar colocando el dique de goma, que es un tipo de aislamiento utilizado en odontología que ayuda a mantener el diente a tratar aislado del resto de la cavidad bucal utilizando una tela de látex (dique de goma).



Una vez aislado el diente se realiza la apertura de la cámara pulpar y luego se procede a tomar las medidas de la longitud radicular por medio de equipos especiales como el localizador de ápices y las radiografías. Posteriormente se procede a ensanchar las paredes internas del conducto utilizando unos instrumentos llamados “limas”, las cuales pueden ser manuales o mecanizadas (rotatorias o reciprocantes). Por último se procede a sellar el espacio que ocupaba el nervio con materiales biocompatibles (gutapercha y cemento de obturación endodóntico). Una vez realizado esto el diente está listo para ser restaurado. Según la estructura coronal remanente que haya quedado se puede elegir entre restaurar con resina, incrustación o corona. Si la futura restauración es una corona, es posible la necesidad de colocar un perno dentro de la raíz del diente que funciona de anclaje para la corona.


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